camara relato TUPNos ha llegado otro relato erótico. Recuerden hacernos llegar vuestros relatos para que los vayamos colgando aquí. De momento tenemos 3 relatos, a ver quién más se anima :).

El primero es siempre el primero… no hay manera. Despues de perder la virginidad, cada hora y cada sitio es bueno para hacerlo. Mi novio me volvía loca solo con mirarme, siempre venía a mi casa a verme por la tarde; y ahí estaba yo, duchada esperándole. Mi padre siempre fue muy celoso porque soy la más joven de mis hermanos, por eso no nos dejaba ni siquiera ir a mi habitación para mirar la tele. Así que nos quedábamos en la terraza y mi padre en el salón. Antes de hacerlo por primera vez, lo máximo que habíamos hecho eran besos y palabras, que me excitaban mucho. Pero una vez iniciada en la vida sexual, ya no pensaba en otra cosa. Así que siempre que nos íbamos a la terraza yo empezaba a besarle en el cuello mientras mi mano caminaba hacia su barriga, hasta llegar a su pene que ya estaba listo para jugar. Mi novio decía que mi padre podría escuchar algo, pero el hecho de que mi padre y su mujer estuvieran en el salón justo al lado me excitaba aún más. Fueron noches y más noches maravillosas, sobretodo cuando hacía un poco más frío y yo cogía algo para taparnos. Siempre que mi padre notaba que hacíamos demasiado ruido, nos llamaba la atención. Pero la terraza no era la única opción que teníamos. La hora de la despedida era la más esperada. Íbamos fuera de la casa y mi novio se iba siempre más o menos a las 11 de la noche cuando no había mucha gente en la calle y nuestras caricias eran interminables. Yo para ayudar y hacerlo más divertido llevaba siempre falda corta. Nos quedábamos ahí un buen rato con las “caricias” y mirando atentos a todos los lados. Un día estábamos en una de esas despedidas cuando se aproximó mi vecina y empezó a hablarnos, Yo me enfadé mucho porque si la vieja notaba algo le diría a mi padre y yo estaría jodida en el peor sentido de la palabra. Situación cómica si no fuese trágica para los dos. Mi vecina estaba hablando y mi novio y yo abrazados sin movernos fingiendo darle atención mientras el pene de mi novio pulsava dentro de mí y yo sin poder expresar ninguna reacción. Fueron los peores y a la vez mejores minutos de mi vida, peores por el miedo de la vieja y mejores porque aquella situación nos dejaba aún más excitados. Cuando mi vecina dio a entender que ya se iba nos relajamos un poco, pero los nervios aumentaron cuando ella nos comentó que estaba más tranquila con la seguridad del barrio porque el edificio delante del mio había instalado cámaras de vigilancia. Nos dio las buenas noches y se fue. Al mismo instante yo me preocupé mucho, mi novio se reía pero no sacaba su pene de dentro de mi, yo le dije desesperada:

-¿Y si ella lo ha notado, y si nos han gravado?
Sexo en la calleMi novio con la cara más despreocupada del mundo se reía y me dijo que si ella hubiera notado algo debería estar en el baño tocándose porque seguro que hace mucho tiempo que ella no tiene sexo. Yo reía pero aún estaba nerviosa por las cámaras del edificio que estaban direccionadas hacia la puerta de mi casa y yo nunca lo había notado. Mi novio una vez mas con su cara de despreocupado me dijo:
-Pues por el show de los vigilantes, hay que continuar.
En un gesto rápido me penetró con ganas y me hizo delirar de tanto correrme. Estuvimos unos 3 minutos más hasta que él también terminó. ¡Qué locura! Miré a mi novio, él me dio un beso y me dijo:
-¡Buenas noches princesita!
Él se fue y yo entré rápidamente en mi casa, me fui directamente al baño a arreglarme para que nadie sospechara nada. Aún me quedan las dudas de si la vieja vio algo. Y tengo que confesar que los porteros del edificio de delante ahora me miran de una manera diferente
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